viernes, 14 de diciembre de 2007

NUEVOS DESAFIOS A ANTIGUAS TRADICIONES (3ª PARTE) J.Stott

Pero, uno se asombra si esta distinción puede ser mantenida tan hermosamente como el profesor Sanders lo hace. Pablo parece referirse a ellos en Filipenses 3:3-9, donde contrasta “glorificarse en Cristo Jesús” con “poner su confianza en la carne”. Y el contexto muestra que en “la carne” (es decir, que estamos en nuestro auto-centrismo no redimido) Pablo incluye tanto su estatus como un “Hebreo de Hebreos” como su obediencia a la Ley, un Fariseo…una justicia legalista (esto es una conformidad externa a los requerimientos de la Ley) sin falta!. En otras palabras, la jactancia a la cual el mismo Pablo había renunciado, y aún condenaba, era una auto-justicia compuesta tanto de ‘estatus de justicia’ como de ‘obras de justicia’.
Además dos veces escribe de una justicia que puede ser descrita como ‘nuestra’, ‘propia’ ya sea porque pensamos que la ‘tenemos’ o porque estamos buscando o tratando de ‘establecerla’ (Filipenses 3:9 / Romanos 10:3). Ambos pasajes indican que esta justicia, de nosotros mismos (auto-justicia) está basada en obediencia a la Ley y que aquéllos que la ‘persiguen’ indican, por lo tanto, que ellos no desean someterse a la justicia de Dios.
En Romanos 4:4-5 Pablo hace un agudo contraste entre “obrando, trabajando” y “confiando” y así entre “paga-salario” y “don-regalo”. Finalmente, yo estoy agradecido de la referencia del Profesor Sanders, citada anteriormente, que “la naturaleza humana es lo que es”. Porque nuestra naturaleza humana caída es incurablemente egocéntrica y que el orgullo es el elemento humano fundamental del pecado, sea cual sea la forma que tome de ‘auto-importancia, aseveración o auto-justicia’. Si nosotros como seres humanos fuéramos dejados en nuestra propia auto-absorción, aún nuestra religión sería presionada en el servicio de nosotros mismos. En vez de ser el vehículo para la desinteresada .adoración de Dios, sin egoísmo, nuestra piedad llegaría a ser la base sobre la cual presumiríamos acercarnos a Dios y tratar de clamar o llamarlo a EL. Las religiones étnicas, todas, parecen degenerar así, y así lo hace la Cristiandad.
A pesar de la docta investigación literaria de E.P. Sanders, por lo tanto, no puedo creer que el Judaísmo sea la única excepción a este degenerativo principio, siendo libres de toda mancha de auto-justificación. Mientras yo leía y ponderaba su libro, me he seguido preguntando si, tal vez, él conoce mejor el Judaísmo Palestino que el corazón humano. Ciertamente Jesús incluyó la “arrogancia” entre los males que salen de nuestros corazones y nos ensucian (Marcos 7:21s). En consecuencia El encuentra necesario en su enseñanza combatir la auto-justificación. Por ejemplo en la parábola del Fariseo y del Recolector de Impuestos, El enfatizaba la misericordia divina, no los méritos humanos, como el propio objeto de fe justificadora; en la Parábola de los Labradores y la Viña, y El mina la mentalidad de aquéllos que demandan pago…y afectan la gracia; y vio a los pequeños niños como modelos de humildad y que reciben el Reino sin pago, como un regalo inmerecido (Lucas 18:9s / Mateo 20:1s / Marcos 10:13s ). Es difícil ver cómo alguna interpretación de Pablo puede explicar, con mucho, si su negativa conclusión que “ ninguno será declarado justo en su propia vista, por guardar la Ley “(3:20), o su positiva afirmación que los pecadores son “justificados libremente por su gracia” (3:24). El debate sobre Pablo en general y sobre Romanos en particular, está ahora, enfocado sobre el propósito y lugar, o rol, de la Ley. Una nota de pesimismo caracteriza el escrito de algunos estudiosos contemporáneos, ya que, ellos no están persuadidos que Pablo conocía su propia mente sobre este tópico.
El Profesor Sanders está preparado para admitir que Pablo era “un pensador coherente” mientras agrega inmediatamente que “él no era un teólogo sistemático”. El Dr. Heikki Räisänen, el teólogo del Final Escatológico, hace un buen trato-menor complementario: “Contradicciones y tensiones han de ser aceptadas”, escribe él, “como constantes características de la teología de la Ley, de Pablo”. En particular, Pablo, se dice, ha sido inconsistente en cuanto al presente estatus de la Ley. Por una parte él establece, “ en términos sin ambigüedad que la Ley ha sido abolida” mientras por otra parte él clama que ella está cumplida en la vida de los Cristianos. Así que Pablo se contradice, aseverando “tanto la abolición de la Ley y también su permanente carácter normativo”. También, “encontramos a Pablo batallando con el problema que una divina institución ha sido abolida a través de lo que Dios ha hecho en Cristo…”
Preguntas del Contenido de la Lección:
1. ¿Qué o qué cosas contrasta Pablo en Filipenses 3:3-9?
2. ¿Qué contrastes hace en Romanos 4:4-5?
3 ¿Si Ud. administrara una Viña ‘pagaría a todos los trabajadores un denario’ Mat 20?
4 ¿Estaría de acuerdo: Las ‘obras’ no nos salvan, pero, debemos hacer las ‘obras del salvado’?. La Obra ‘ Salvadora de la Ley’ ha sido abolida, en Cristo.

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